Cuando llega el momento de contratar un seguro de coche, la primera gran duda que aparece es: ¿qué modalidad elegir?. En España, lo mínimo exigido por ley es contar con un seguro de responsabilidad civil obligatoria, que se incluye dentro del seguro a terceros. A partir de ahí, surgen opciones más completas como el terceros ampliado o el todo riesgo.
La elección depende de varios factores: la antigüedad de tu vehículo, tu presupuesto, el uso que le das y el nivel de tranquilidad que quieras tener. En este artículo te explicamos de forma sencilla las diferencias entre estas modalidades y en qué casos conviene contratar cada una.
Seguro a terceros: lo básico y obligatorio
El seguro a terceros es la opción más económica y la que ofrece las coberturas más esenciales.
Incluye:
- Responsabilidad civil obligatoria: cubre los daños personales y materiales que causes a otras personas en un accidente.
- Defensa jurídica: asistencia legal y representación en caso de reclamaciones.
- Seguro del conductor (limitado): suele cubrir la asistencia médica y, en algunos casos, indemnización en caso de invalidez o fallecimiento, aunque con límites.
Ejemplo práctico:
Imagina que circulas y golpeas por detrás a otro coche en un semáforo. Tu seguro a terceros pagará los daños del otro vehículo y los gastos médicos de sus ocupantes. Lo que no cubrirá serán los daños de tu propio coche.
¿Cuándo conviene?
- Si tu coche tiene más de 10 años y su valor de mercado es bajo.
- Si buscas pagar la prima más económica posible.
- Si no usas el coche a diario o lo tienes como vehículo secundario.

Seguro a terceros ampliado: el punto intermedio
El terceros ampliado mantiene todas las coberturas del seguro básico, pero añade protecciones frente a riesgos habituales que no dependen de ti. Las coberturas más comunes son:
- Robo: si te sustraen el coche o intentan hacerlo, se indemniza según el valor del vehículo.
- Incendio: cubre los daños producidos por fuego, explosión o incluso rayos.
- Lunas: rotura y sustitución de parabrisas, ventanillas y luneta trasera.
Algunas aseguradoras también incluyen fenómenos atmosféricos (granizo, viento fuerte) o daños por vandalismo.
Ejemplo práctico:
Una noche aparcas en la calle y al día siguiente descubres que te han roto el cristal para intentar robarte. Con un seguro a terceros ampliado, la reparación de la luna estaría cubierta, algo que no sucede con el seguro a terceros básico.
¿Cuándo conviene?
- Si tu coche tiene entre 5 y 10 años y todavía conserva cierto valor.
- Si aparcas con frecuencia en la calle o en zonas con riesgo de robo o vandalismo.
- Si quieres un extra de tranquilidad sin pagar tanto como un todo riesgo.
Seguro a todo riesgo: máxima protección
El seguro a todo riesgo es el más completo, ya que cubre también los daños propios de tu vehículo, incluso cuando el accidente haya sido culpa tuya. Además de las coberturas del terceros ampliado, incluye:
- Daños propios: reparación de tu coche tras un accidente, vuelco o salida de la vía.
- Colisiones con animales u objetos: si atropellas un animal o chocas contra un poste, también estarías cubierto.
- Posibilidad de contratarlo con franquicia (tú pagas una parte de la reparación) o sin franquicia (la aseguradora asume todos los costes).
Ejemplo práctico:
Si tienes un coche nuevo y al estacionar rozas una columna que daña toda la puerta, el todo riesgo se hace cargo de la reparación. En cambio, con terceros o terceros ampliado, deberías pagarla de tu bolsillo.
¿Cuándo conviene?
- Si tu coche es nuevo o seminuevo y quieres proteger tu inversión.
- Si lo utilizas a diario y dependes de él para trabajar.
- Si vives en ciudades o zonas con mayor probabilidad de accidentes o pequeños golpes.
¿Cómo elegir el seguro adecuado?
La clave está en valorar el equilibrio entre coste y cobertura.
- Para un coche antiguo y de poco valor, lo más sensato es un terceros básico: pagarás poco y tendrás lo que la ley exige.
- Para un coche con algunos años pero que aún usas a menudo, el terceros ampliado es la mejor relación calidad-precio.
- Para un coche nuevo o financiado, el todo riesgo te garantiza tranquilidad y te protege frente a reparaciones costosas.
Conclusión
No existe un seguro de coche “mejor” de forma universal, sino un seguro adecuado para cada situación y cada conductor. El terceros es perfecto para quienes quieren gastar lo mínimo; el terceros ampliado ofrece un extra de seguridad muy útil; y el todo riesgo es la opción ideal para proteger un coche nuevo o de gran valor.
Antes de decidir, hazte estas tres preguntas:
- ¿Cuánto vale actualmente mi coche?
- ¿Cuánto uso le doy y en qué condiciones?
- ¿Qué nivel de tranquilidad quiero tener al conducir?
Con estas respuestas claras, podrás elegir el seguro que realmente necesitas sin pagar de más.