1. Prima
La prima es el precio que pagas a la aseguradora por tu póliza. Puede abonarse de forma anual, semestral o mensual. Su importe depende de varios factores: tu edad, historial de siniestros, el vehículo que asegures y las coberturas contratadas. Entender cómo se calcula ayuda a comparar seguros.
2. Franquicia
La franquicia es la cantidad que tú asumes en caso de siniestro. Si tu póliza tiene una franquicia de 300 €, y la reparación cuesta 1.000 €, la aseguradora pagará 700 € y tú los 300 €. Permite abaratar la prima, pero implica mayor coste en accidentes.
3. Cobertura a terceros
Es el seguro mínimo obligatorio en España. Cubre los daños materiales y personales que causes a otros, pero no los de tu propio coche. Es ideal para coches antiguos o de poco valor, ya que protege lo esencial a un coste reducido. No incluye robos ni daños propios.
4. Todo riesgo
Incluye tanto los daños a terceros como los de tu propio coche, incluso si eres culpable del accidente. Puede contratarse con o sin franquicia. Es la opción más completa, adecuada para coches nuevos o de gran valor. Suele ser más cara, pero ofrece mayor tranquilidad.
5. Valor venal
El valor venal es el precio que tendría tu coche justo antes de un accidente o robo, calculado según su antigüedad, estado y depreciación. Es lo que recibirías como indemnización si tu vehículo sufre un siniestro total. Conocerlo es clave para no llevarte sorpresas.
6. Valor de nuevo
Algunas pólizas ofrecen indemnizar con el valor de nuevo, es decir, lo que costó tu coche al comprarlo. Esto suele aplicarse durante los primeros 12 a 24 meses desde la matriculación. Es especialmente interesante en coches recién adquiridos, porque garantiza recuperar el valor íntegro en caso de pérdida total.
7. Asistencia en carretera
Este servicio cubre incidencias como averías, pinchazos, falta de combustible o accidentes que te impiden circular. Incluye grúa, reparaciones de emergencia, traslado de ocupantes y, en algunos casos, vehículo de sustitución. Conviene revisar si la cobertura es desde “kilómetro 0” o solo en trayectos largos.
8. Seguro del conductor
Protege al conductor del vehículo asegurado en caso de accidente, cubriendo gastos médicos, indemnización por invalidez o fallecimiento. Es importante porque, aunque el seguro a terceros cubre a las víctimas, no siempre cubre al conductor responsable. Contar con esta protección evita quedar desamparado en caso de lesiones graves.
9. Carencia
El periodo de carencia es el tiempo que debe pasar desde que contratas una póliza hasta que ciertas coberturas empiezan a estar activas. En seguros de coche no es habitual, pero algunas pólizas específicas (por ejemplo, asistencia en el extranjero) pueden tenerlo. Revisarlo evita reclamaciones rechazadas inesperadamente.
10. Exclusiones
Son las situaciones en las que tu aseguradora no responderá, aunque tengas póliza activa. Ejemplos comunes: conducir bajo los efectos del alcohol, participar en carreras ilegales o circular fuera de carreteras autorizadas. Leer esta sección es esencial para evitar sorpresas desagradables y saber realmente qué coberturas tienes.